lunes, 25 de febrero de 2019

DÍAS MÁGICOS





 DÍAS MÁGICOS


Volví a leer “BRIDA” es una novela de Paulo Coelho, la leí con prisas en su día, después la volví a leer despacio, como viviendo esos días mágicos que por entonces me acompañaban, este año en vacaciones… no la termine.


Se había marchado la magia de entonces, y yo no estaba para inventar mis días, con vivirlos era suficiente, nada quise anteponer a mis horas de descanso, y a mi volver lejano.


Empecé cuando decidí dejar el mp3 arriba en casa, dejar de oír, para volver de nuevo a pensar, que las letras lo ocupasen todo, y no el ruido que más de una vez me cansa, me aturde, me aleja de lo que siento.


Y es que los libros son muy importantes en mis días, pero la vida lo es más, verdad es que hay veces que un libro te lleva a la mejor de las respuestas que tu vida no tiene, y otras veces… todo lo disfraza y encuentras sentido a  todo, al igual que la protagonista de la novela.


Es verdad que las letras han sido muchas veces capítulos de mis días, que mas de una vez me sentí identificada con la historia, por sus personajes, por la vida de antes, donde recuerdo que me moví hace cientos de años, y que el tiempo no me dejo olvidar.


Por eso la magia del libro es quien te elije a la hora de comprarlo, y  más de una vez  al  llegar a  casa ves  que no  es lo  que  necesitas, pero si  esperas,  la  magia  llegara, y  saltar la  barrera  del  autor será lo   que  te  enganche y   te sorprenda, y  mil   historias  vividas y guardadas en el archivo… Akasico.





jueves, 21 de febrero de 2019

DÉJAME




DÉJAME

Déjame que ría mientras le veo y le abrazo, mañana llorare a solas, solamente, déjame que me duela el corazón... Añorándole.




viernes, 8 de febrero de 2019

ME PARECE QUE FUE AYER




ME PARECE QUE FUE AYER


Como ha pasado el tiempo, me parece que fui niña ayer, cuando en mi ventana cantaban los jilgueros, y me molestaba su algarabía.


Aun no entiendo haber dejado todo atrás, no di importancia a la vida, ahora casi que pasó toda, ahora que nada me sorprende.


Paso rápido, yo que pensé que me gustaría vivir las cosas de los mayores, y ahora que soy mayor confieso que no sé cómo seguir viviendo, en esta casualidad donde empezó mi vida, la que va terminando sin darme cuenta de ello.


Jugué cada día en la calle a ratos, eso antes era posible, nadie hacía daño a los pequeños como ahora, todo era sencillo y tranquilo, aunque por entonces también existiese el "hombre del saco" con el que nos asustaban cuando no queríamos dormir.


Jugar en el Prado, junto a la catedral era una delicia, sentarse en el banco de piedra mirando los pájaros que anidaban entre las piedras viejas del tiempo, y en esos momentos ser consciente de mi vida, de mi dicha, ser feliz pensando que siempre estaría cerca de mi Madre, ilusa yo que jamás pensé en la muerte.


Ahora pasado tanto tiempo, cuando regreso, mi vida se detiene, los oigo como locos piando, cantándome por mi regreso, y mí ser camina sin rumbo para después darme cuenta de donde me llevaron mis pasos, al cementerio a verla en su descanso eterno ¡¡¡ qué lejos me parece todo!!!