martes, 9 de marzo de 2010

GRITOS Y SILENCIOS



GRITOS Y SILENCIOS


Me había acostumbrado al silencio de las palabras, dejándome guiar solamente por lo que el corazón percibía, y en verdad que me encontraba bien hasta que...


Empecé a oír los gritos de los que me rodeaban, a sentirse incómodos al tener que hablar conmigo, a no ser capaces de escuchar mi voz, que cada día se apagaba un poco.


Yo, me dejaba abrazar por las ramas de los árboles, y dejaba que el aire susurrara cerca de mí cuerpo, que envolvía placidamente, y quise que nadie mas pusiera acentos a mi vida, y la llenase de incertidumbre.


A nadie le conté que volví a enamorarme de la vida, que hice un mundo a mi medida, y que cada día el alba me despertaba para dedicarme su primera claridad, y su silencio, que para mí eran melodías, solo para mí.


Y paso un tiempo precioso, y nadie me entendió, ahora, casi obligada a oír de nuevo, no sé si estoy preparada para eso, no sé si seré capaz de sentir como la gente grita, y de cómo cada vez se dice menos... te quiero.


No sé si estaré en paz con el mundo, por si acaso me despido de mis silencios, sin saber si seré capaz de olvidar el sentir del corazón, y aguantar el ruido de las palabras.