miércoles, 8 de junio de 2011

DIGAMOS QUE FUE UN SUEÑO



DIGAMOS QUE FUE UN SUEÑO


Digamos que fue un sueño, porque no sé lo que fue...


Era ya de madrugada, yo siempre duermo con la radio puesta, son costumbres que nadie entiende pero la verdad es que adelanto el trabajo, cuando pasa algo importante aun dormida, lo recuerdo al despertar siempre perfectamente, y estoy al tanto de todo lo que sucede en la noche, y me siento vigía de las estrellas.


Aquella madrugada supongo que se me había quitado el auricular al cambiar de posición, y desperté con una sensación extraña, tanto que me di cuenta que estaba demasiado despierta y yo quería dormir un poco más.


Empecé a sentir que mi mente funcionaba pero, mi cuerpo no hacia caso de lo que esta le mandaba, mis manos no respondían a ningún movimiento, mis ojos no se podían abrir, no sentía nada mas que mis pensamientos y, pensé... estoy muerta.


Mi corazón latía tan rápido que se oía como un trueno dentro de mí, no podía despertar a mi marido que dormía a mi lado, no podía abrazarle por que no sentía mis brazos, no podía hablarle por que no me salían las palabras, no podía mirarle porque mis ojos estaban cerrados, y me puse a llorar sin saber que hacer, yo estaba despierta de eso estoy segura pero mi cuerpo no lo estaba, de pronto y ante un pensamiento tan triste pensé en mi madre, y me vi mirando mi cuerpo desde arriba, el estaba tumbado en mi cama, y mi mente le veía desde un rincón arriba en el techo de mi habitación, pero aun así desde abajo veía andar unos pies solamente, es como si caminase sobre un cristal, era algo muy extraño y seguí asustada.


Decidí que yo lo que quería era ver a mi madre, el pensamiento era tan fuerte que me encontré de pronto en su habitación, a cientos de kilómetros, la sentía tan triste... ella estaba levantada y miraba llegar la madrugada través de la ventana, yo sentía su corazón latir muy lento y ella temblaba, quise abrazarla y mis brazos sin brazos no pudieron hacerlo, ella lloraba y mi corazón moría al no poder darla un beso de despedida.


Ante un gran sollozo de ella aparecí de nuevo en mi cuarto, mi cuerpo se estremeció y sentí el calor del cuerpo de mi marido a mi lado, extendí mis manos y acaricie su rostro dormido y sereno, sentí mi cuerpo y di gracias por tenerle cerca, él hizo sin saberlo que yo volviese a casa, su amor me trajo de vuelta después de un viaje extraño, o quizás... de un sueño.


Por la mañana llame a mi madre por teléfono, me contó que había dormido mal, y que se había levantado ante la imposibilidad de seguir durmiendo, y tras el cristal de la ventana vio como clareaba el día...

8 comentarios:

Trizbeth dijo...

Mmmmm Lola, sí, digamos que fue un sueño, pero creo que fue algo más...me estremecieron tus palabras, no porque las dude, sino porque sé que es posible, que puedes ser así de verdad...

Besos guapa! Una experiencia inolvidable...o un sueño increible :)
Bea

Lola dijo...

Hola Bea, no fue fácil el despertar después de aquel sueño, porque al acostarme cada noche pensaba en ella, allá, sola, y frente a la ventana que miraba hacia la carretera, viendo pasar algún coche en la madrugada, y sintiendo la soledad mas que a ninguna hora del día por venir. Muchas gracias por tus palabras. Un beso.

Toni Barnils dijo...

Estremecedora entrada. Saberse acompañado al fin es lo que nos mantiene vivos y da fuerzas para seguir....y estan tan cerca.

Un abrazo

* Inés * dijo...

Soberbio escrito.
Gracias por entrae en mi blog y dejarme un detalle tan hermoso.
Y sí, me parezco mucho a tí, tu perfil coincide mucho con mis gustos, si leo los tuyos.
Un placer guapa, volveré a deleitarme con tus cosas.

Lola dijo...

Hola Toni, me alegro que te haya gustado mi post que además fue autentico, pero yo prefiero decir que fue un sueño. Un abrazo.

Lola dijo...

Hola Inés, me encanta verte por mi casa que desde hace un tiempo es parte de mi mundo, me gusta entrar y encontrarme con mis amigos que cada día son mas, hoy me iré a dormir sabiendo que tengo una nueva amiga y me sentiré bien al cerrar los ojos. Un beso y gracias.

*L* dijo...

Sufriste un desdoblamiento (viaje astral). Leí algo sobre ello cuando era adolescente y me impactó tanto que aún lo recuerdo. Seguro que fue increible.

Besos

Lola dijo...

Si *L*, fue un viaje astral, que me hizo pasar miedo al principio, después tristeza por no poder abrazar a mi madre. Gracias por tus letras. Un beso.