ATARDECERES
Tenia el cuerpo dormido en el ayer, y al igual que un cuento terminado, ya no esperaba nada, y descansaba en los atardeceres, viendo como se alejaban, sin recordar que ellos podían vivirse a tope, y esperar que saliera de nuevo el sol.
Había vivido tantas sombras, que se olvido de la luna en las noches de pasión y vida que había vivido antes, que se convirtió en un ser triste y casi siempre enojado, sin darse cuenta que tenia una vida regalada, y un corazón inquieto, viviendo y durmiendo a su lado.
Y dejo que un día se acercara un anticiclón a su vida, que la dejo sin aliento y sus noches llenas de sol y música, y se dio cuenta que cada amanecer era mágico, y cada día una aventura, que no había que olvidarse de vivirla.
Volvió una y mil veces a soñar con el sol, y su cielo se llenaba de estrellas cada noche, y volvió a tener sueños de colores, y camisones tirados con prisas en mitad de una noche que siempre parecía que seria eterna.
Después de un tiempo, el sol se marcho de su vida, de vez en cuando aparecía un triste y solitario rayo, que la hacia creer que se quedaría para siempre, pero eso ya nunca paso, y los días se convirtieron en septiembre, con su melancolía de otros años vividos, y su querer recordar constante.
Ahora se viste cada día de atardecer, espera y vive, y sin rencor deja marchar el sol, esperando el mañana.
4 comentarios:
Hermosa refleccion, gracias por compartirla.
Un abrazo desde USA
Hola Noris, muchas gracias por tu visita, se siempre bienvenida. Vuelve pronto. Un beso.
Precioso amiga....
Hola Bego, muchas gracias por tu comentario, me gusta verte por aquí. Un beso.
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