MUCHAS VECES

MUCHAS VECES

Muchas veces llueve en mi corazón sin poder evitarlo.

Las lágrimas salen de mis ojos como sin darle importancia al vivir diario, pero dejando salir la pena que se empeña en adornar mi vida, muchas veces me pregunto del porqué de esa desdicha, pero el corazón no piensa, solamente siente.

Yo hice un mundo feliz  con una hermosa carpa encima, tratando de proteger a los que mi corazón protegía, pero no fue fácil, muchos pensaron que yo no vivía en este mundo, otros me aceptaron como soy, y cuando estábamos cerca, reíamos y cantábamos, todo era como más fácil.

Eran otros tiempos, mi filosofía era vivir el momento, no atarme a sentimientos de nadie, y compartir mis “adentros” con todos, por que mi ser vivía en armonía, en equilibrio con el cosmos.

Y todo era mas sencillo para  mi, pero quise ayudar saliendo de mi mundo, y ya no pude regresar a el, todas las cosas me podían, y mis días de sol, se volvieron grises de continuo.

Ahora, mis días no son tan apacibles, hay veces que pienso que ya nada me ata a esta vida, después me quedo pensando, y veo a mis hijos llorando pensando que no han estado cerca, que no han percibido mi angustia, y se sienten culpables, y eso  no es verdad, pero sobre todo oigo una vocecilla  dentro de mi, que con lagrimas en sus ojos bellos me dice… abuela, no te mueras, y la garganta me aprieta, y ya no puedo ni respirar, entonces miro a mi marido y digo… nada es tan importante como para decidir dejar este mundo por pequeñeces, y sigo sonriendo.