UNA LLAMADA

UNA LLAMADA

Ayer llame a mi amiga, ella que se quedo sola hace unos meses, y ciega dos meses más tarde de marcharse su marido, ayer cuando su voz contesto el teléfono, mas desde el otro lado eso presenti yo.

Ayer que fui capaz de que volviésemos a sonreír juntas, mi voz de volvió más limpia y más segura, como a ti te gustaba cuando vivíamos cerca y poco nos visitábamos, ahora que te marchaste de Madrid, para vivir cerca del mar, me sentí bien después de una hermosa charla, de no llorar mas por lo que se fue.

Ayer me diste una lección hablándome de tus días que ya carecen de luz, de tu oscuridad continua, y de saber que esa será tu vida hasta el final.

Ayer que hablamos de tantas cosas que se podría decir que hablamos de toda una vida por vivir, después de las cosas que me dijiste que no habías hecho, de los libros que no habías leído, de las palabras que no habíamos escuchado, de tu vivir a solas tantas desgracias, ahora… sonríes sin quejarte de tu vida sin sentido.

Me decías que tu habías hablado con tu marido el marcharos juntos, y ahora cuando aparece en tus noches diciéndote vente conmigo, tu le dices… ahora no puedo, tengo que seguir ayudando a nuestros hijos, a nuestros nietos, no puedo dejarles solos hasta que…

Y te escuche como antes no había escuchado a nadie, y quise saber que esperabas de la vida, si todo te fue arrebatado, y supe que estabas en paz, y que ahora sabrías mas que nunca lo necesaria que fuiste, lo necesaria que eres ahora, hasta el después de marcharte lo serás.