domingo, 27 de junio de 2010

LA DESPEDIDA




LA DESPEDIDA


Siempre pensé que seria terrible la despedida, el no volver a verte más no entraba en mi cabeza, y sucedió que elegiste a la muerte como compañera de viaje.


Jamás sabrás lo que te he querido, yo si sé lo que lo me has querido tu, por que tu me lo demostrabas cada día, siempre decías a todo el mundo que yo era tu pequeña, siempre estabas feliz de verme, yo también pero...

Yo al principio no me di cuenta de lo que pasaba, solo sentí que te apiadabas de todos, que la palabra mas repetida a lo largo del día eras ¡¡¡ Qué lastima de esa persona!!! Él medico dijo que era una depresión yo sabia que no era verdad, cuando se te olvido mi nombre, supe que ya estabas... en el otro lado.

Paso el tiempo, al final se te olvido la palabra lastima y hasta tu nombre, hablabas poco y solo lo hacías de tu niñez, dejaste de saber quienes éramos los que estábamos contigo, no recordabas ni que debías de comer, se te olvido decirme Te Quiero aunque yo te lo decía mas cada día, era el principio del fin.

Era tanta atención la que necesitabas que terminaste siendo una gran carga, y ¡¡¡vergüenza me da recordarlo!!! en casa, cada vez que me iba contigo se declaraba la guerra, nadie entendía por que lo hacia, nadie comprendía mi gran amor por ti.

Todo llego un día 13 de Diciembre, la niebla extendió su manto para no dejarme ver tu marcha, la ultima vez que té vi se te había olvidado andar, y en tres pasos ya llorabas por que te habías cansado, que dolor recordarte así, que dolor saber que ya entonces... no eras tu.

Llego la noche del segundo día, tú, ni habías abierto los ojos, sentada a tu lado sentí una presencia, mi mano se cogió a la tuya para no dejarte marchar, tus ojos se abrieron mucho, y yo sentí tu miedo, debería de haberme acercado a tu oído y decirte... No tengas miedo, vas a la paz que mereces tras la lucha de tanto tiempo, allí no tendrás dolor como lo has tenido aquí estos años ¡cuanto me gustaría acompañarte!

Sentí un gran suspiro, tu pecho, subió y bajo densamente, después otra vez, yo te miraba y en él ultimo suspiro vi como sonreías y oí... Te Quiero mi pequeña, y vi como te alejabas de mí.

No, no llore, no he llorado, por que el ser que vivía dentro de ese cuerpo ya no eras tu, tu amor había dejado toda su esencia en mi camino, sentí que ya no estaba conmigo, pero no llore.

Han pasado los años y, la niebla cada invierno me acerca a ella, pero jamás pensaba en su definitiva marcha, sus cosas personales forman parte de mi vida, y ya no me hace daño tocarlas, como cuando se me desgarraba el alma al ponerme su dedal, o usar sus tijeras en la cocina, ahora cojo el teléfono para llamarla, entonces me doy cuenta que jamás la veré, entonces lloro y un sollozo me arranca tu nombre de mi pecho, el otro día me sorprendí besando su fotografía, jamás lo había echo con nadie, tus ojos tristes me devolvieron la mirada, pase mi mano por su rostro de sonrisa dulce y la dije llorando... Mama Te Quiero
 
 

10/05/2001