MI NIETO FERNANDO
Se me rompió el corazón…
Mis nietos subían en el ascensor, y yo desde mi casa en el piso
noveno los oía discutir, su hermana mayor Andrea le reñía, y el enrabietado decía
que no había hecho nada.
Al llegar mi nieta nos contó que estaba llamando a todos los
pisos, y que después echaba a correr, yo muy enfadada le dije que pasara que ya
se había terminado estar en el recinto cerrado de la comunidad donde juegan
todos los niños.
El decía pero si no puedo estarme quieto, dile a mi hermana
que me dé un puñetazo o algo, y se me quedo mirando llorando rojo de rabia e
impotencia y me dijo, mátame o algo así y estaré quieto, mi corazón salto
de dolor al oír como un niño de seis años me decía eso, y llore, llore de frustración
por no saber entenderle, llore como tantas veces llore por su padre, que hacia las mismas cosas...
Hace tres noches llego una vecina muy enfadada diciendo que él
y sus amigos estaban llamando a todos los telefonillos y molestando a
todos los vecinos, yo me puse muy
nerviosa, quise decirle que el niño tiene seis años, que al juntarse con mas
niños hace lo que hacen todos pero no me salió, y le dije, no vas a volver a
salir solo, pero hoy le volví a dejar vigilado por su hermana, que todo le
molesta de él.
Han sido momentos tensos, yo no quería que se quedase solo
en su habitación, hoy hace mucho calor y no quise dejarle la ventana abierta,
estaba asustada de verle llorar y decir esas cosas que nos iba diciendo, al
final nos dijo… lo juro por mi padre que yo no he llamado a ningún sitio.
Ahora ya paso la tormenta, el decía llévame a Madrid con mi
padre, pero luego no digas que me echas de menos, entonces llorando le he dicho…
es que no quiero que te vayas, es que yo he querido tenerte aquí, conmigo
durante muchos días, ¿no ves que yo te quiero mucho y no quiero que te marches?
Después se ha venido a la terraza, aquí algo más frescos
hemos hablado, y después de abrazarle y besarlo, le he puesto una camiseta, le
he puesto las deportivas y le ha bajado mi marido otra vez con los niños de la
comunidad.
Están siendo unas vacaciones difíciles, cada día hace picias, cada día
le reñimos, y cada día olvida su promesa de portarse bien, es un niño maravilloso cuando está solo, y un poco bicho cuando otros niños le acompañan,
yo quiero que se quede conmigo, yo quiero abrazarle y quererle, yo quiero que
sepa lo mucho que le quiero, para que no se olvide de
las vacaciones que estamos pasando juntos.
Hemos ido al cine, a bailar, a Cartegena de compras, hemos vuelto de nuevo a comprar chuches que solo venden allí, hemos ido al museo Oceanográfico, y a ver el Anfiteatro Romano que ellos querían ver, hemos visto el amanecer, y el atardecer desde el Mar Menor paseando en una canoa, hemos pescado peces, recogido berberechos y caracolas, comido helados, y hemos puesto las sillas en la playa a las dos de la madrugada viendo la lluvia de estrellas de esta semana pasada, y como no... nos hemos bañado con la luna.
Pienso que están siendo una estupendas vacaciones pero estos ratos me llenan de tristeza y no quiero que se repitan, porque le quiero con todo mi corazón aunque muchas veces no le entienda.