jueves, 3 de septiembre de 2015

LA MESA




LA MESA


Fui como una hermosa mesa de roble en mi juventud, aun así jamás fui fuerte al menos en apariencia, pocas veces estuve enferma, y pocas veces se levantaron astillas en esa mesa, al servicio de toda mi familia.


Y hubo roces de convivencia, y cada mancha u arañazo hacia que mi marido se enfadase, sin darse cuenta que la mesa estaba escribiendo su historia, entre arañazos de tenedores, platos, y vasos que se rompían como se rompen los días al llegar el atardecer.


Pasaron los años, y se fueron añadiendo lijados, y barnices a una mesa que siempre le gustaba estar nueva y reluciente, pero esa no es misión en una mesa que se usa cada día, que reúne a todos a las mejores horas, y siempre permanece cuidada y limpia, aun así salen roces como arrugas del tiempo que nadie puede evitar.


Y la buena madera siempre lo es, se moja y se seca sin que nada la afecte, siempre es la mejor pieza de la casa, de la cocina, o donde este instalada, siempre sostendrá a los que quieran apoyarse en ella, dibujar o escribir, y a veces rezar por los bienes de cada día.


Pasado el tiempo… nadie recordara a la mesa joven que llego a una casa para ayudar y hacer felices a sus habitantes, a la familia entera cuando hace falta, porque solamente nadie se dará cuenta que es una pieza importante de la casa, y los que la usaron también, aunque cada uno jamás pensó en eso, solo compartimos vidas cuando era necesario, y se olvido cuando se compraron otras mesas para otros hogares.



9 comentarios:

María dijo...

Mi querida Lola, he estado casi todo el verano sin entrar por aqui, he tenido bastante trabajo gracias a Dios y cuando ya estoy un poco mas tranquila vengo a visitarte sabes que tys escritos me vuelven loca, y desde luego la historia de la mesa me ha llegado al corazon, de verdad que tienes algo que me hace sentir que eres una gran persona y que merece la pena tu amistad. Mil besicos cielo

Cilos10 dijo...

Es una simbología preciosa, además reúne todas las vivencias que se dan en las familias. Es lo mas duro y firme. Quizá seamos nosotras. O tu en éste caso. me encantan tus escritos. Muchas gracias y muchos besos.

MAR dijo...

Uno compra las cosas para usar en familia con tanta ilusión y no siempre las cosas resultan como uno las soñó ...
Yo, prefiero comer en ese caso en bandeja sola en la pieza que a malos ratos y tratos en la mesa!!!
Y lo importante no acostumbrarse a los malos tratos como que fueran algo normal.
Mi abrazo para ti y que estés bien y muy feliz.
tq
mar

Mari-Pi-R dijo...

Una buena reflexión, lo cierto que una mesa si hablase tendría tanto que contar, ella es como el paño de nuestras lagrimas así que de sonrisas.
Bonita familia, un abrazo.

DEMOFILA dijo...

Una mesa puede decir muchas cosas aunque no pueda hablar, en ella se vuelcan muchos sentimientos cuando se reunen los familiares en armonia a disfrutar de sus alimentos a cualquier hora del día.
Los arañazos, las muescas, son sus heridas de guerra que ha surgido a través del tiempo para curtila más y hacerla más fuerte y duradera, así escribe su historia para hablar a través de los tiempos.
Una entrada genial y sentimental, te felicito por ella.
Besos, feliz domingo.

AMALIA dijo...

Tienes una preciosa forma de reflejar los recuerdos y añoranzas de la vida.
Emocionante tu escrito.
Te mando un beso grande
Que disfrutes de un feliz fin de semana

CRISTINA dijo...

Interesante entrada, es una forma muy bella de vivir la añoranza de esos recuerdo que seguro mucho de ello quedaron impregnado en la mesa.
Lola, un cálido abrazo!

Piruja dijo...

Hola Lola, ya lo creo que la mesa es una de las piezas mas importantes de una casa, alrededor de ella se comparten muchos momentos buenos, muchas conversaciones con amigos tomando un buen café o tomando una copita, también están los rasguños o malos tratos, pero creo que eso lo perdona la mesa por ese ratito manteniendo una bonita conversación, muchas veces no nos damos cuenta de la importancia que tienen algunos de los muebles de nuestro hogar:)

Besos.

Lola dijo...

Hice esta entrada pensando en lo importante que es reunirse en momentos importantes alrededor de una mesa fuerte que todo lo aguanta, esa mesa soy yo…
Verdad es que todos tenemos una mesa así, porque nosotras las madres todo lo solucionamos hablando y con cariño, poniendo amor en las palabras y dando fuerzas cuando ya faltan, y ni los arañazos podrán dejar a un lado esa mesa, porque siempre será valida frente a una taza de café, o de una comida en familia. Un abrazo y gracias por leerme.