UN HOGAR
Cuando mi marido y yo compramos el ático, me pareció un piso
estupendo, que yo converti en un hogar mas tarde.
Aquí vivimos la familia, mi marido mis dos hijos y yo, y
cuando llego la primera Navidad empecé adornar la escalera con cintas, espumillones,
bolas y una guirnalda de acebo, había soñado con eso muchas veces, y el resultado siempre es
diferente, aunque nunca cambio unos lazos amarillos que pongo al
principio de la escalera como símbolo de los que han de venir de viaje, y mi
espera desmedida.
Después, cuando se marcharon mis hijos empecé a pensar en
mis nietos, ellos serian los que vendrían ayudarme con los adornos de la
escalera, a poner el pequeño Belén, y bolas de colores por cada rincón que a
ellos les apeteciera pero…
Jamás vinieron a poner ningún detalle de Navidad, Andrea estaba
aquí su primera Navidad y se lo paso en grande tirando de los lazos, y cuando
vienen siempre me dicen “Abuela que bonita te ha quedado” pero cada uno sigue
su vida, y ellos no pueden decir abuela, vamos ayudarte, y mientras arreglaba mi salón pensaba cuantas
cosas creí que pasarían y después…
Yo he tenido años de no poner ningún adorno en casa pero,
aparte de la Navidad hoy día 30 y es mi cumpleaños, y aquí pasaremos el día, ya
que con los niños es difícil salir a comer, nada les gusta aparte de las pizzas
y hamburguesas, y no es eso lo que nos gusta a los mayores en un día de reunión
y armonía.
Asique aquí estaremos, es un día maravilloso, yo he preparado
la comida y los tendré a mi lado a mi marido, mis hijos y nietos dentro de unas horas, y siempre mi recuerdo para
el pequeño que falta, algún día estaremos todos, y lo importante es la salud.