Yo jamás quise ver llorar a nadie, y menos a mi lado, cuando la impotencia se acomoda junto a mí, y la mente no entiende como poder ayudar a quien llora.
Yo vi llorar a demasiada gente, por muerte, por soledad, por abandono, por carencias, por amor…
Vi llorar a los mayores desamparados, y a bebes porque piden su ración de leche, porque están sucios, porque se sienten perdidos, yo vi llorar a personas perdidas aun estando rodeadas de cariño, vi personas que mueren dentro de una circunstancia no elegida, que les hace daño, que deja a sus familias sin recursos, con hambre, sin techo.
He visto a demasiada gente diciendo adiós a quien aun creíamos que no les había llegado la hora, y perder la vida en un tonto accidente por llegar un minuto antes, por querer presumir de valentía delante de otros, por chulería conduciendo, y decir soy en mejor…
Yo no quiero ver llorar a los niños, aun siendo caprichosos, o por miedo al dormir solos, por no querer comer lo que la madre le pone en la mesa, a los que lloran por no tener un plato de comida frente a ellos, porque tienen hambre, otros porque tienen frio.
La vida desde que nacemos suele ser dura, al principio no entendemos por qué, y cuando lo entendemos… tampoco, la vida debería ser sencilla, sin lagrimas, teniendo lo necesario, y sin que nadie pueda hacernos daño, y nosotros menos aun.