TODO EL TIEMPO
Empezó convirtiéndose
en unas horas de mi tiempo, para quedarse las 24 horas de mis días.
Al principio, cambiando las muñecas por sueños junto a él, después
siendo mi vida un anexo de la suya, y pensé lo afortunada que era.
Olvide el ayer deprisa, como si acabase de nacer, y la vida
se volvió loca y yo con ella.
Por entonces no escribía, no tenía tiempo, sus miradas de
ojos pequeños, su música, y sus silencios escuchándome en mis locuras, lo fue
todo, y no necesite nada más.
El tiempo pasa, y una mirada atrás no perjudica a la salud,
aunque a veces la mirada se enturbia y una lágrima de añoranza se pasea por el rostro, y sigues caminando sin querer recordar nada de algo que fue importante
y que olvidaste.
Llega un momento de recuerdos, mi familia, mi origen, mi
vida pasada, y un adiós a personas que
vivieron cerca y que jamás dije.