EL REGALO...
Hace unos años, por el día de la madre, mi hijo mayor me regalo un reloj, a sabiendas que yo desde hace muchos años decidí que el tiempo era mío, y que ningún aparatito me diría cuando debo de comer, dormir, o acudir a una cita.
El reloj, es de apariencia moderna y romántica, como yo, de acero inoxidable, y con flores dentro de su pulsera de metacrilato, que a forma de ventana deja ver unas flores que como rosas amarillas ilumina mi mirada al mirarlo cada vez que me lo pongo y le recuerdo.
El reloj, se ha convertido en algo mágico, haciendo que todas mis horas sean buenas y tiernas. Lo llevo en la muñeca derecha, hace tiempo que esta sin pilas, pero me niego a ponérselas nuevas, no necesito reloj para saber que yo misma soy la dueña de mi tiempo, y lo llevo puesto a forma de pulsera, y eso me hace sentirme mas cerca de el.
Ahora, desde que el se marcho, a otra tierra, a otro cielo, lo puse en mi muñeca, le recordare mas seguido, por que me lleva de su mano, su recuerdo en el corazón de sus manecillas paradas para el tiempo, pero no para mi esperanza de tenerle pronto de vuelta, y sus flores, como regalo de una primavera cercana, donde pueda verle de nuevo.
2 comentarios:
Bonito regalo y bonito escrito, para mí el tiempo corre tanto, que uso reloj para controlarlo.
Besos.
Amiga Marinela, es verdad que mi hijo me hizo un bonito regalo, aun sabiendo que no quiero controlen mi tiempo, yo soy un alma libre, y no quiero que nada que me pueda hacer esclava, ya lo fui, ahora todo me pertenece. Un abrazo amiga, gracias por comentar mi entrada.
Publicar un comentario