jueves, 9 de agosto de 2012

EL DESPERTAR



EL DESPERTAR

Me parecía mentira estar oyendo las palabras de mi marido, el amor de mi vida, me decía…


Me despertó cuando yo aun soñaba, y seguramente con él, me dijo; tenemos que hablar, yo le conteste “ tiene que ser ahora que aun no he despertado” y me dijo sí, ahora.


Me levante un poco enfadada, estábamos de vacaciones y todo el día juntos para poder hablar, pero el aun de vacaciones tiene mil cosas que hacer, y el único momento era aquel.


Me dijo, "me voy a Madrid, creo que ya no me quieres", y quiero irme para ver si puedo estar solo, yo me quede de piedra, no había notado que el se sintiese así, entonces empezó a enumerar todo lo que le daba esas pistas…


Decía que yo le decía a todo el mundo que solo sabia hablar de trabajo (cosa que es verdad) y eso le hacia sentirse mal, ya que yo lo decía para menospreciarle, (eso no es así, pero el así lo sentía) y me dijo que no quería sentirse mal al lado de quien no le quería.


Le tome las manos, unas manos ya cansadas de trabajar toda su vida para que yo estuviese bien, unas manos que habían envejecido llenándome de caricias, que me habían ayudado durante 36 años cada día de nuestras vida en común, y ahora esas manos no sentían mi cariño y mi amor.


Nos pusimos a llorar los dos, nos miramos y cada lagrima tenia el miedo contenido de que ambos nos separásemos, por no decir cada día te quiero, por no besarle mas veces, por no tener ganas de hacer el amor últimamente por mi parte, aunque siento que le amo mas que nunca.


Le hable de mi dejadez, pero no pude decir “no te amo”, por que eso no es verdad, le abrace diciéndole te quiero, le dije que quizás había pensado que ambos terminaríamos nuestras vidas juntos, pero yo pensé que ese sentimiento no siempre había que alimentarlo, mimarlo, y hablarlo, y no dar por seguro que todo esta escrito.


Hablamos y nos contamos mil cosas que teníamos sin hablar, nos besamos un montón de veces, y después mi corazón se calmo, mi garganta sollozo, y supe que jamás podría estar sin él.


6 comentarios:

Gil dijo...

Solo una palabra te digo para resumir lo que senti mientras te leia. Hermoso!!

Besos y sean felices!

Lola dijo...

Hola Gilberto, a lo largo de la vida en común pasan muchas cosas, y que haya dudas o incluso se sienta que el amor no es tan fuerte como al principio es cosa natural, pero la mayoría de las veces solo es un bache que se siente en el corazón sin fundamento. Gracias amigo por tu comentario. Un abrazo.

*L* dijo...

El amor es como uno más de la familia ;) y se ha de alimentar cada día. De otro modo, corre el riesgo de morir.

Besos, Lola.

Pd.1: en este blog tienes activada la palabra de verificación y te prometo que, a pesar de que la vista aún no me falla, no se ve el numero de la izquierda. La palabra de la derecha tiene un par de consonantes tan liadas que no hay manera de saber cuál es una de ellas. O_o

Por si te apetece quitarlo y no sabes cómo hacerlo:

http://sombrasdeunimaginario.blogspot.com.es/2012/06/por-defecto-un-inconveniente-la-palabra.html


Pd.2: vaya! No me aceptó uno de los caracteres... Segundo intento para demostrar que no soy un robot. O_o

Cruzaré los dedos...

Lola dijo...

Hola *L* con referencia a la entrada tienes razón, el amor hay que alimentarlo cada día, aunque más de una vez la despensa este vacía de ganas.
Con referencia a la palabra de verificación no sabía quitarla, muchas gracias, a mi me molesta mucho también cuando en un blog tiene activada esa palabra. Gracias de nuevo. Y dime en tu próxima visita si lo hice bien. Un beso.

Amilcar Luis Blanco dijo...

¡¡Qué hermoso y conmovedor encuentro tuviste con tu marido!! Creo que los dos sacaron fuera de ustedes residuos tóxicos, el no haber hablado antes, el suponer las intenciones que el otro tiene cuando nos dice algo, el sentirse feo o usado, el no haber pedido suficientemente al otro lo que necesitamos que nos de, en fin. Los felicito por ese sincerarse entre ustedes.

Lola dijo...

Hola Amílcar, si que fue hermoso aquel día, aunque al principio me pareció demasiado triste lo que me decía, ahora eso está superado, y nuestra vida en común no se ha interrumpido desde… hace mil años. Gracias por tu comentario. Un abrazo.