Al entrar a mi cuarto de estar, aquí arriba, (yo le digo el palomar) veo el sofá de rayas naranjas, donde ayer te quedaste vencido después de levantarte a las cinco de la mañana para venir a Madrid, donde vivimos tus padres, donde todos hemos vivido desde siempre, pero no ahora.
Ahora la soledad aun estando acompañada es más, aquí quedo tu energía y tu sonrisa, hoy aquí estoy más contenta porque te vi ayer, más triste… porque ya te marchaste.
Hoy mi niño, mi corazón volvió a encogerse por tu ausencia, hay veces que parece que no hemos vivido los cuatro juntos, después de ponerme triste sonrió y digo… él es feliz, y eso es suficiente, pero me cuesta.
Y solo quiero decirte hijo que, un trozo de mi corazón volvió a marcharse contigo, al igual que me pasa cuando tu hermano esta aquí un rato y después se marcha, cuando veo que mis hijos siguen siendo míos, pero ya no viven aquí, tienen sus familias, y yo solo quiero verles felices.
Pero hoy la nostalgia me invade y estoy un poco mas sola, hoy el día amaneció gris, y con tu marcha… eso me puede.
Iré a verte pronto, cuando el corazón ya no camine sereno, y mi ser me pida tu sonrisa.
6 comentarios:
Ley de vida Lola...
Ánimo guapa!!!
Hola Bego, ya sé que es ley de vida, pero el corazón no entiende de esas cosas, solo solloza cuando los ve alejarse. Gracias por tu comentario. Un beso.
te entiendo tanto como quizas tu no lo entiendas
Hola Recomenzar, yo también te entiendo tolo lo que se que tu puedes comprenderme. Gracias por tu visita. Un beso amiga.
Mujer, andá a ver a tu hijo cada vez que lo necesites. El nuestro, Germán, se ha ido a Australia, a Sidney, el viernes pasado y su madre y yo lo extrañamos tanto que no sé decirte. Esperamos su vuelta dentro de un mes. El vacío que nos dejan los hijos que se van con nada se llena, te entiendo mucho. Un beso.
Hola Amílcar, tu hijo se ha ido donde ya parece que termina el mundo aquí diríamos a las antípodas, mi hijo esta más cerca, aun así le añoro tanto que a veces no entiendo el porqué se ha marchado. Y es que él lo decidió, pero me duele, y no creo que me acostumbre jamás. Gracias por darme ánimos, mi marido y yo iremos después de navidad, no creo que vayamos antes, aunque le necesito, y le extraño. un abrazo amigo, también espero que a tu hijo le veas pronto.
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