TENORIO

TENORIO

Mi padre, de nombre Félix, tuvo a gala llevar el apellido Tenorio, (sin ser ese el suyo) y al igual que el mismísimo Don Juan, lucio el apellido atado a sus conquistas, y mas después de que una joven novicia, con furor uterino le siguiera, pensando la pobre paloma, que había llegado el momento de ser libre fuera del palomar, y de la mano de mi padre, al que jamás le importo nadie.

Y se marcho con el, después de unos días de tórrida pasión, donde ella creyó que había llegado al cielo, y que para siempre, seria su Dios.

El lo contó una noche, entre risas, delante de mi madre, y de sus hijos, donde pensó que después de un tiempo todo le estaba permitido hasta su traición, tantas veces repetidas, pero no por ello menos lloradas por mi madre, que palidecía como una rosa de te, en un invierno continuo en el que se convirtió su vida.

¡¡¡Pobre madre mía!!! Enamorada del hombre equivocado desde que empezó a ser mujer, pensó que lo que a el le gustaba ella lo tenia, y al casarse jamás se separaría de su lado, siendo su historia un cuento de hadas, sin darse cuenta que los dragones también existen en esas historias, y las princesas quedan muertas abrasada entre sus fauces.

Ella no pensó más que en quererle, en darle hijos, y en soñar con una noche más de amor a su lado ¡¡¡ maldito seas, donde estés ahora!!! Y aunque ya no estes en este mundo, seguro que lo estarás pasando en grande, con el calor del infierno, y el recuerdo eterno de quien tanto te quiso.

Que mal lo hiciste Félix, hasta en el ultimo momento, fuimos desgraciados todos tus hijos, los legítimos y los otros, porque todos fuimos victimas de tu vida atolondrada, y tu pasión loca por las mujeres, que jamás quisiste, mas que en el momento antes de hacerlas tuyas.

Descansa en paz... hasta que yo llegue.