LUGARES MÁGICOS
Por todos los lugares que visite, siempre hubo un rincón donde quedo parte de mi, sin yo quererlo, pero hay cosas que nadie puede evitar, y a mi me paso lo mismo.
Cientos de lugares, calles, jardines, castillos, casas solariegas, plazas, parques, y callejones, que a veces parece que de entre sus piedras saldrán caballeros con sus capas al viento y espadas en su cinto, como sucedió en Cuenca, donde me abrazaron sus piedras, y me susurraron sus ramas, en la tarde de un otoño dorado, y su joven brisa cercana.
Pasee sin destino, y me perdí entre callejuelas e historias, mis ojos se quedaron prendados en celosías y rejas, blasones y almenas de castillos que hasta el tiempo había olvidado, y que a mi me trasportaron a su historia, y a sus gentes.
Jamás estuve en algún lugar que me dejase indiferente, que no llenaran mis ojos de luz, de magia, o de ensueños, de damas bordando en sus bastidores los escudos de sus castas, y esperado el regreso de sus caballeros, todo me parecía cercano en esos momentos, y mil veces pase por lugares que ya había soñado.
Recuerdo los bancos de la plaza de España en Sevilla, y las calles empedradas de la Mancha, mi mirada posada en la concha de San Sebastián, las visitas a las bodegas en la Rioja, los lugares donde soplaban el vidrio, o las fotos en los puertos con sus barcos a la espera.
Me perdí entre calles moriscas, e iglesias cristianas, sonreí a sus habitantes, y jamás deje una queja donde fui atendida mejor o peor, hasta en los lugares que fui a pescar, me sentí de la tierra, jamás fui forastera pisando tierras gallegas, calles de Madrid, acentos andaluces, mares de todos, sentimientos míos.
Y recuerdo las calles de Paris, las plazas de Lisboa, las Pirámides y templos de Egipto, los jardines de Holanda, la magia de Brujas, Gante, los canales de Venecia, y el capuchino de la plaza de San Marcos, maravillas para los ojos, y esencia en el paladar
5 comentarios:
Eso es viajar que los recuerdos quedan para siempre olvidando los cansancios y disfrutando de las tomas hechas.
Una bonita selección de tus recuerdos.
Un abrazo.
Hola Mari-Pi, es verdad que las fotos son el recuerdo de donde estuvimos en alguna época, pero lo mejor queda dentro del corazón, y por supuesto de las miradas que jamás se borraran. Gracias por tu comentario. Un beso amiga.
No cabe duda que sabes vivir la vida Lola... Y transmitir esas vivencias en parte.
Un abrazo.
Precioso campo de amapolas, tú incluida Lola.
Algo pensativa con el agua al fondo...
Simpática imagen de amarillo...
Gracias por compartir momentos de tu vida.
De nuevo un abrazo amiga.
Muchas gracias Ernesto, el campo de amapolas es de mi tierra, de Ciudad Real, y con el impermeable fue en Brujas, llovió todo el día, pero mereció la pena pasearse por sus calles ancladas en el tiempo. Gracias por tus comentarios. Un abrazo.
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