domingo, 21 de septiembre de 2014

TURISMO RURAL...


Quintana de Valdivielso

Juviles

TURISMO RURAL...


Hace unos años decidimos hacer una ruta turística por España, yo tenía muchas ganas de volver a Cantabria, intentar visitar las cuevas de Altamira que en otra ocasión no fue posible, y con ese proyecto empezamos el viaje un matrimonio amigo, mi marido y yo, en un vehículo caravana con cabida para cuatro personas, y todo fue bien.


Decidimos pasar la noche en un área de descanso cerrada como muchas en nuestras carreteras, era tarde  y ya teníamos ganas de descansar, íbamos sin prisas y sin reloj, parando donde queríamos, habíamos empezado el viaje después de salir del trabajo, y había tres conductores, por lo tanto no había problemas con el cansancio. 


Paramos la caravana no recuerdo bien el lugar, creo que era Quintana de Valdivielso total ni importaba ese detalle, cenamos unos bocadillos y nos entro sueño, decidimos dormir un rato. No se porque motivos despertamos en una hora, no podíamos dormir, y decidimos seguir el viaje.


Pero al salir de la caravana no estábamos en un área de descanso, nos miramos diciendo pero ¿ dónde estamos? No podíamos entender que pasaba, total  habíamos dormido TODOS una hora, no se había movido el vehículo, pero nada tenía que ver con el lugar donde habíamos parado.


Decidimos salir del campo donde estábamos parados, buscar la carretera, y encontrar un indicativo de donde estábamos y...


El cartel decía, Granada 114 kilómetros, estábamos en Juviles, nos miramos asustados, estábamos a mas de  600 kilómetros de donde habíamos aparcado una hora antes, pero sabíamos que era imposible, habíamos parado cerca de Quintana de Valdivielso provincia de Burgos a trescientos kilómetros de Madrid mas o menos, era imposible del todo estar a 114 kilómetros de Granada cerca Juviles...


Las mujeres nos pusimos nerviosas, yo casi lloraba, nadie decía nada, buscamos una gasolinera, sólo por no quedarnos en medio del campo, eran las cuatro de la madrugada, el cuenta kilómetros decía lo que habíamos conducido pero todo era irreal y no teníamos explicación para lo sucedido.


Después de hablar unas horas, y descansar un poco más, decidimos seguir por el Sur, estaba claro que yo no tenía que conocer por dentro las cuevas, y no quisimos seguir hablando de lo sucedido, porque cada vez que lo hacíamos discutíamos entre nervios y miedo, nada hemos dicho a la familia, total nadie nos creería, nadie podría entenderlo, al igual que no lo entendemos nosotros cuatro, total, otra aventura mas que la vida nos preparo en su hoja de ruta...


10 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

De verdad que escalofriante.
Parece sacado de una novela fantástica, por ello se dice que la realidad supera a la ficción.
Besos amiga, buena semana

Marinel dijo...

Caray...pues no sé si lo entenderían, pero yo me he quedado de piedra y sí te creo.
¿Para qué ibas a contar algo semejante de no ser verdad?
Yo creo que los misterios existen y están por encima de nuestro entendimiento, y, por cierto...
Me encanta conocerlos, así que gracias.
¡Menuda experiencia!
Besos.

Marina Filgueira dijo...

¡¡¡Ay Lolaaa!!!

Que cosas tan raras pasan... No? Parece imposible! Tiene que haber una explicación para este relato. A mí nunca me ha gustado dormir fuera de un hotel: ni siquiera de camping, tengo miedo a los bichos.

Te dejo un beso.



Maite Sánchez-volarela dijo...

Una teletransportación. Hay casos así. En parasicología se estudia. Pero la explicación no es conocida. El espacio y el tiempo no es lo que creemos. Puede que atravesárais un línea espacio temporal distinta y os viérais en otro lugar, con el tiempo comprimido.
Ha habido caso de gente que se ha trasladado a muchos más kilómetros, miles. Así que... dentro de lo que cabe no fue tan malo. Pero imagino que sí impacta mucho vivirlo.

Muchas gracias por contarnos tus experiencias, siempre tan interesantes.

Un beso grande

CRISTINA dijo...

Lola, lo que esta claro de esta historia, que seguro nunca sepas lo que realmente paso. Pero paso, a veces pasan las cosas para evitar males mayores.
Gracias por compartir tus experiencias. Un fuerte abrazo.

Kasioles dijo...

¡No me lo puedo creer! Se me pone la carne de gallina cuando acabé de leerlo.
la única explicación lógica que le encuentro es que, en lugar de tomar la dirección norte, sin daros cuenta, habéis cogido la ruta de la plata y allá os fuísteis para el sur.
De todas formas, como no os ha ocurrido nada malo, dad por bien empleado esos días de vacaciones.
Ya habrá otra ocasión de que puedas visitar esas cuevas.
Cariños.
Kasioles

karras dijo...

Quizás como bien dices no era el momento de conocerlas cuevas y a lo mejor otro motivo del que ni siquiera fuisteis conscientes quiso que cambiaseis el rumbo.
En cualquier caso tampoco fuisteis a mal sitio.
Besos Lola.

AMALIA dijo...

Es impresionante este relato.

Para no olvidar jamás.

Un besito y gracias por compartir.

Piruja dijo...

Hola Lola, ufff se ponen los pelillos de punta solo con pensar en ponernos en vuestro lugar y ver lo que paso y sin entender el porque ni como, como yuyu, desde luego que pasan cosas que por mucho que les busquemos explicación no la encontramos por ningún lado, tuviste ganas de viajar mas con la caravana?, digo en otros viajes:)

Besos.

Lola dijo...

Muchas gracias por vuestra visita y comentarios. Un abrazo.