EL PRIMER DÍA
Ha sido mi primer día de ir andar, el asfalto me devolvió a la realidad
de mis días de playa, cambiado el ruido de las olas...por el de los
coches Deprimente.
Las madres y abuelas con buen paso ya indicaba que llegaban tarde al
" colé" y los niños a saltitos trataban de seguir a sus progenitores,
pobres niños ya recién levantados con prisas.
Paseando por el barrio me di cuenta que más de un comercio había
sucumbido a calor de la crisis cerrando sus puertas indefinidamente ¡qué pena
de vida! y otras como la pastelería y panadería esa seguía abierta menos mal.
El otoño se ve claramente que ha llegado con 10º, la mañana estaba
fresquita las personas iban vestidas de una estación indefinida, lo mismo se
cubrían con una chaqueta de invierno con una sandalias de verano, que con un
pantalón a media pierna, una camiseta, y las deportivas correspondientes, en
eso si que íbamos iguales, pero a mí me sorprendió el frío en el cuello (aún
ando de pardilla).
El cambio cuesta, pero en todos los aspectos, ahora se ven más papas
paseando a los hijos, y a más abuelas con el carro de la compra tratando de
llenarlo, ir a donde están las ofertas es su trabajo diario, y la incertidumbre
en el corazón, sin saber cómo alimentar a los hijos y nietos que ahora
“volvieron a casa"
Las hojas caídas ya se apoderan de los jardines, las flores desaparecen
al igual que desaparecieron mis hermosos amaneceres, y el viento acariciando mi
rostro ¡ Jolines que mal rollo!
Ha sido un regreso regular como os ha pasado a todos, a casi nadie le gusta
volver a la rutina, al frío invierno que dentro de nada nos acompañara meses, y
no sólo nos hará temblar de frío, si no de sentimientos encontrados al ver una
salida lejana, y unos niños cercanos que necesitan cosas cada día y un sueldo
congelado para los jubilados ¡Valla vida que nos espera!
Como me de la vena vuelvo a la playa, allí no queda nadie, y mi ser se
encuentra cada día invadido por su clima, sus circunstancias, mis silencios, ya
veces hasta de mi desamparo, pero no importa, solo es importante sentirme parte
de la naturaleza… pero llueve y llueve.
8 comentarios:
Es duro volver a la realidad, climática y económica. Fuerza!!!
Te comprendo Lola, a mi cada regreso de cada viaje me cuesta varias semanas adaptarme a la realidad.
Pero hay que sacar lo bueno de cada lugar e intento disfrutar de la vida hogareña.
Besos amiga.
Aunque siempre cuesta un poquito, no hay más remedio que volver a la realidad, a la rutina.
Un besito.
Yo me quedaría cerquita del mar, pero me queda lejos. Besos.
CUANDO VOY A ANDAR NO VEO GENTE, SOLO CAMPO.
ES AGRADABLE VER NIÑOS,MAYORES, ABUELOS Y TIENDAS, SOBRE TODO TIENDAS, LAS ECHO DE MENOS.
ANIMO, HAY QUE ESTAR AQUÍ PARA LUEGO NOTAR EL CONTRASTE. MUCHOS BESOS
Hola Lola, siempre nos cuesta volver a la rutina de todos los días y mas viniendo tu de donde has estado, y ahora te encuentras con el tiempo y el entorno todo lo contrario de lo que has tenido, solo que mucho animo ya que no nos queda otra y si no, como bien dices vete de nuevo a la playa y así también seria la primera vez que haces eso no?, venga cuidate mucho:)
Besos.
Lola, es duro volver a la rutina, el cambio ha sido frutal. Pero hay que acostumbrarse a todo.
Un cariñoso abrazo.
Gracias a todos por comentar. Un abrazo grandote.
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