viernes, 23 de enero de 2015

LA RADIO




LA RADIO


En casa de mi madre siempre hubo un aparato de radio enorme, de joven me hubiese gustado que fuera más pequeño porque...


Recuerdo que cuando conocí a mi marido hoy, era un chico espectacular, alto, rubio, y con ojos negros, y además trabajaba en la radio.


Antes eso era algo especial, el era sincronizador, y hacia los guiones de los programas de música, total para mí una bicoca porque la música era algo muy importante a mis catorce años, donde no había mp3, y donde nadie tenía transistor aunque si radio, eso si de un tamaño considerable.


Poder oír la música que “mi novio” ponía en ciertos programas después de comer era un placer para mí, pero como era la hora donde había que fregar los platos de la comida, hacia que yo no quisiera moverme del comedor, y mi hermana que era muy lista y le gustaba poco fregar encontró la solución…


Me llevaba la enorme radio a la cocina, y una vez allí me decía, yo me voy te dejo con tu novio y la música que le pediste ayer antes del hacer el guion, y yo ni protestaba porque cada tarde yo le pedía mi música favorita, que hacía que mi hermana la librase se la peor de las tareas caseras… fregar los platos, la cocina, y el suelo,  todo lo que hacía falta para mantener la limpieza y el orden en la cocina.


Así fue durante años, ella se libraba y yo encantada de poder oír al amor de mis amores, que hacia todo lo que hiciese falta para tenerme contenta, y ponerme la música que a mí por entonces me gustaba.


Mi hermana siempre fue más lista que yo, a mi me daba igual, y ella que era mi hermana mediana me convencía de todo, y más de una vez me dio un tortazo por simple y por complaciente.


11 comentarios:

Mari-Pi-R dijo...

Aunque te quedaba la tarea de la cocina disfrutabas haciéndola mientras oías tu música preferida y pensabas en tu amor.
Un feliz fin de semana.

AMALIA dijo...

Es una bonita historia.
Lindo trabajo el de tu amor.
Un besito.

AMALIA dijo...

Es una bonita historia.
Lindo trabajo el de tu amor.
Un besito.

Piruja dijo...

Hola Lola, aunque hacías esa faena de la casa al menos tenias para oír la musica que te gustaba, yo también hubiese disfrutado mucho ya que siempre desde esa edad tenia la musica puesta, en casa también teníamos una radio de estas que una hermana mía aun la tiene y va:), mi madre y nosotras cuando llegábamos del cole oíamos las novelas pegaditas a la radio, que tiempos mas bonitos:)

Besos.

Verónica O.M. dijo...

Hermosos recuerdos, lola.
Siempre me gustaron esas radios enormes, no recuerdo ninguna en casa de esas dimensiones.
Besos, buen finde

CRISTINA dijo...

Lola, hermosos recuerdos llegan a mi mente de esa época. En mi casa también había una radio como esa, que hacían los días más amenos.
Feliz domingo! Un grande abrazo.

Maite Sánchez-volarela dijo...

Caramba con tu hermana...
Menos mal que sacabas provecho del trabajo oyendo música y soñando.
A mí, de pequeña, también me tocaron largas sesiones de freganchina...

Siempre narras que es un gusto.

Un abrazo muy grande :)

Juglar dijo...

La radio estaba presente en la mayoría de los hogares y nuestros recuerdos infantiles están ligados al aparato que reunía a la familia: novelas, deportes, informativos...
Y la música, aunque en tu caso escucharla tuviera su precio.
Buenos recuerdos, Lola.
Gracias por compartirlos.

karras dijo...

Si que era lista si, pero al fin y al cabo las dos obteníais lo que queríais ¿verdad?.
Nostalgia preciosa nostalgia de aquellos enormes aparatos que nos acompañaron tanto tiempo y de aquellos amores tan límpios.
Besos Lola.

Marina Filgueira dijo...

Lola, en mi casa también hubo un aparato como ese que veo: también era era grande y estéreo, sonaba que era una maravilla.

Un abrazo. Y gracias por lo mucho que nos dejas.

Lola dijo...

Gracias a todos por vuestros bonitos comentarios. Un abrazo grande.