MIS CLASES...

MIS CLASES...

Cuando yo asistía a mis clases (de todo) por que a todo me apuntaba, solo buscaba un espacio para mí, para ser yo, para encontrar un reconocimiento, que creí que merecía, y que nadie veía, y menos yo misma.

Tuve que ir a montones de sitios, para tener una idea de cómo me veían desde fuera, sin conocerme, sin dejarme seducir por una mirada de una persona tan solitaria como yo, tan romántica, tan simple.

Y de pronto me sentí querida, me sentí una persona divertida, y que al faltar algún día me echaban de menos, tanto como yo a todos mis compañeros, tanto como para no querer faltar nunca.

Cada día era diferente, mi mente estudiaba y mi cuerpo se acostumbro a los halagos, me sentí viva, y cada día aprendía con rapidez, supe que para muchas personas era una persona querida, pero descubrí con gran alegría que donde mas me querían era en mi hogar, que me necesitaban y aun así me dejaban marchar cada mañana, sabían que mi mente necesitaba sentir otras voces, y hablar de filosofía, de música, de arte, de libros, de poesía,  de amor, y…

El mayor gesto de amor lo hicieron ellos, aquí, en casa, mientras me veían arreglarme contenta, y con ojeras hasta la rodilla de haber trasnochado haciendo deberes y comidas para el día siguiente, pero fue estupendo, fue, otra etapa, ahora pienso en tantas cosas que he querido hacer, ahora se que casi todo esta cumplido, hasta escribir que era algo que jamás pensé, y ya veis, cada día aquí, esperando nota de todos vosotros.