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Hace unos días leyendo
las noticias en el ordenador, en un apartado leí la noticia de como se
encontraba Carmen Sevilla, el Alzheimer había hecho de ella un cuerpo sin alma,
y no reconocía a nadie, como le pasa a tantas personas que padecen esa tremenda
enfermedad. Vi un video y me impacto, hablaba con los periodistas el día de su
81 cumpleaños, y era una niña que sin saber quien había sido, solo quería que
la sacasen guapa en las fotos... Después.
Una tarde de fiesta creo que San Isidro y mi marido, mi madre, y yo paseábamos por Madrid, parándonos en la Pradera que es donde se reunen los madrileños en el dia del santo, es una berbena siempre llena de gente, hacia una tarde preciosa y nos sentamos en el cesped, allí hablamos y no sé porque comimos unos bocadillos (cosa rara porque yo no llevo jamás comida en el bolso) pero bueno, allí permanecimos en el lugar hasta que empezó anochecer, que decidimos ir a donde habíamos dejado el coche y volver a casa.
Una tarde de fiesta creo que San Isidro y mi marido, mi madre, y yo paseábamos por Madrid, parándonos en la Pradera que es donde se reunen los madrileños en el dia del santo, es una berbena siempre llena de gente, hacia una tarde preciosa y nos sentamos en el cesped, allí hablamos y no sé porque comimos unos bocadillos (cosa rara porque yo no llevo jamás comida en el bolso) pero bueno, allí permanecimos en el lugar hasta que empezó anochecer, que decidimos ir a donde habíamos dejado el coche y volver a casa.
Yo me quede rezagada, vi que semi enterrado había un boli (bien bonito por
cierto) que brillaba a la caída de la tarde ya era raro...
Tire de el que por parecía que sacaba una barrena, y me quede mirándole,
lo guarde, y al mirar a mi lado, ni mi madre ni mi marido estaban, habían
desaparecido, por la calle aun se paseaba mucha gente, y yo entre tantas
personas no pude localizarlos, me quede parada sin saber qué hacer.
Dije, voy a llamarle al móvil, pero no supe como encenderlo, ese no era
mi móvil, y le fui dando a las teclas pero no se encendía, y me entro la
desesperación, yo cuando salgo con mi marido solo llevo las tarjetas, nada de
dinero, y no vi ningún banco para sacar algo y coger un taxi, estaba tan
perdida...
Después de manipular el teléfono conseguí ponerlo en funcionamiento, pero como
no era el mío no estaba el número de mi marido, pero yo tampoco lo recordaba, y
pensaba y pensaba, 607... Pero nada más recordaba, y mi angustia creció en
medio de una calle, que como el mar no paraba en su movimiento, y yo me senté a
llorar sin saber qué hacer.
Desperté medio llorando, me invadía la tristeza y la angustia, estaba claro que
la noticia que había leído sobre Carmen Sevilla se había almacenado en mi
subconsciente y había dejado su huella, y me di cuenta de que esas personas que
lo pierden todo deben de sentirse como los bebés, esperando que alguien cuide
de ellos, que los protejan, los abracen, y estén a su lado, les hablen aunque
ellos ya se hayan olvidado de hacerlo, y recordé a mi madre, que se le olvido
andar, de comer, y hasta de amar a sus hijos y nietos, entonces llore solo por tener
la suerte de recordarlo todo, hasta este sueño, que ha llenado mi despertar de
tristeza.
11 comentarios:
Me produce una tristeza enorme.
Me ha emocionado mucho tu escrito.
Te mando un beso grande.
Hacía tiempo que no te visitaba y no me lo perdono porque, gozo leyéndote, querida lola. Todos, todos tus escritos me gustan y me identifico mucho con ellos, por ej, con el de los hijos que se van, hasta he llorado, me he sentido igual que tú. Yo sólo tengo uno y cuanto le regañaba por lo alta que ponía la música ¡Me volverás loca! le decía y, ahora... el silencio. Sí, nos vemos y reunimos de vez en cuando, pero...Él ya tiene su propio nido (como además debe ser) y se añoran tantas cosas, mas así es la vida y así hay que aceptarla.
Un abrazo grande y gracias por escribir y describiir de forma tan sentida y hermosa. Es un placer leerte, amiga mía.
¡Ay mi querida amiga!
¡Vaya pesadilla!!! Debe terrible cuando la enfermedad comienza porque se van dando cuenta de lo que pasa. el no saber donde te encuentras, no conocer a los hijos ni a otras personas, es lo más triste da esta vida. Que Dios nos conserve el sentido, aunque padezcamos otras cosas.
Gracias, por esta entrega.
Te dejo mi un abrazo y mi estima.
Se muy muy feliz
Te doy toda la razón Lola.
Estos enfermos se vuelven como niños antes de quedarse del todo ausentes, comprendo tu agobio con el móvil, pero te hizo pensar y agradecer que tienes memoria y una historia que contar.
Gracias.
Un gran abrazo
Es muy triste, lo viví con mi abuelo, no nos conocía a ninguno y daba mucha pena, porque además, aunque le diésemos cariño y lo mimásemos, él se sentía solo. Un fuerte abrazo y buen fin de semana Lola. @Pepe_Lasala
Que triste, también conozco gente que esta en la misma situaciòn, parece que lo más terrible es cuando recién comienza porque la gente se da cuenta y se desespera, después como que se desconecta más, triste muy triste.
Un abrazo grande para ti y ojalá se encuentre la cura o se pueda llevar la enfermedad con mucho cariño y compañía.
mar
Hola Lola, se lo que es la enfermedad ya que la madre de mi vecina la tiene y se lo triste que es ver como se van apagando poco a poco, sin conocer a su propia familia y si que es verdad que son como niños pequeñitos, una pena como la enfermedad mata todos los recuerdos que tenemos en la mente.
No me extraña que te sintieses tan mal y agobiada cuando te paso lo que cuentas, a mi me pasa y me da algo, lo que importa es que fue un mal sueño y estas bien.
Besos.
Muchas gracias por venir a comentar mi entrada. Un abrazo.
Me has hecho llorar Lola, a la vez que pedía que cosas así no me hagan tristes, porque todos podemos estar así y vivirlo de cerca con mucha gente amada...
Sólo pedir, de momento nada más.
Un beso♥
Mucha compasión y buena comunicación.
Un abrazo.
Gracias.
Mucha compasión y buena comunicación.
Un abrazo.
Gracias.
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