lunes, 28 de diciembre de 2015

JULIANA





JULIANA


Ella llego a cuidarme en plena agonía de amor de mi madre, mi padre se había marchado a vivir su vida, mientras, mi madre lloraba por él todo el día pensando en su regreso continuo, pero no regreso a casa más que de visita...

Cuando mi padre se marcho, habiendo sido asentador de frutas y pescado, le dijo a mi madre... Si quieres darle de comer a los chicos ahí tienes un puesto en el mercado, y se marcho tan tranquilo, mi madre había sido la pequeña de la casa y una señorita bien, querida por su padre como un tesoro, se puso en el puesto mientras sus ojos siempre se perdan en la niebla de sus lagrimas.

Mi madre necesito ayuda para que alguien le quedara con nosotras, mi hermana mayor tenía siete años, mi hermana mediana aun no había cumplido los tres, y yo dos meses, mi hermano con nueve empezó a ejercer de padre desde entonces.

Juliana fue quien cuido de mi en aquel tiempo, ella había tenido un hijo siendo soltera y sin medios para cuidarle, lo había llevado al hospicio, el niño era unos años mayor que yo, y ella se puso a trabajar en mi casa, allí dormía, comía, y lloraba por su hijo, y se encontró sustituyendo a su hijo por mí, el dolor de una madre hace cosas raras para no sentir tanto dolor. 

Desde el primer día me mimo, yo lloraba por las noches como lo hacen los niños recién nacidos, y ella me llevaba a su habitación y me cuidaba con amor, ese amor que de momento mi madre tenía adormecido en su corazón con la ausencia de mi padre. 

Salia a pasear conmigo, mi madre decía que se encargase de mi aunque no hiciese otra cosa, yo solo quería calle, paseos, y mimos, Juliana eso lo hacía de mil maravillas. 

Juliana fue mi ángel de la guarda, siempre fui en su corazón la primera protagonista, si la llamaba cuando estábamos comiendo, ella acudía rápida a mis gritos, y siempre con una sonrisa en sus labios, al menos para mí, para mis hermanas era un poco mas agria. 

Ella me llevaba los domingos a ver a su hijo al hospicio, me dijo un día, ya de mayor, que pensaba que de tanto vernos algún día nos querríamos de una forma que nos hiciese vivir juntos toda la vida con la bendición de Dios, pero eso no paso, jamás pensé que eso podría suceder, pero ella y su hijo sí. 

Estuvo en casa un montón de años, hasta que una discusión con mi madre y su genio de pensar que su puesto en mi casa seria para siempre la dejo sin trabajo, y yo sin ella que eche en falta desde el primer minuto que se marcho, yo la llame para que me ayudase a vestirme y mi hermana la mayor me dijo... Vístete sola, Juliana se ha marchado. Aun recuerdo mi tristeza y mi desconcierto al no tenerla allí cada día. 

Fue buena conmigo, cuando yo empecé a salir con mi futuro marido ella un día me paro en la calle, hablamos un ratito entre abrazos de cariño y palabras de reproche diciéndome que "su hijo esperaba que yo le quisiera algún día", y yo le comente que eso sería imposible porque ya estaba enamorada, ella no lo entendió, el tiempo había pasado y yo solo quería estar con ese novio que se convirtió en mi marido años después. 

Juliana, murió después en un asilo, creo que en Valencia, su hijo se caso y le sobraba la madre que tanto había luchado para sacarle adelante, murió sola, yo me entere un día ya casada que mi madre me lo dijo, y llore por su soledad, sin que nadie le diese cariño al final de sus días, yo me vine a vivir a Madrid y ella no se por donde se quedo en mi camino recién empezado andar, y no la volví a encontrar. 

Ella tenía los ojos grises bonitos y tristes como su vida. Su estatura era pequeña, y su corazón demasiado grande para ese cuerpo lleno de sinsabores, y mala vida que le dio quien jamás la quiso, y le hizo un hijo para dejarla atada a la cadena de su recuerdo.




14 comentarios:

Ambar dijo...

Una triste historia, por desgracia como otras muchas. Tal vez el precio del progreso es vivir en las grandes ciudades, siempre con prisas y con soledad. Besos

Teresa dijo...

Aveces la vida tiene cosas muy tristes. Besitos Lola y feliz año nuevo.

Mari-Pi-R dijo...

Las uniones se pierden en un momento dado sin esperarlas, para ti debió de ser muy fuerte siendo tan pequeña y ella habiendo tanto cuidado de ti, lo lamentable fue que no pudiste estar en su lecho de muerte y poderle dar tu cariño que tanto tienes.
Son situaciones que uno las lleva siempre en sus recuerdos.
Que tengas un buen año 2016 y que te pueda seguir leyendo con tanto agrado.
FELIZ 2016 para ti y los tuyos.
Besos

CRISTINA dijo...

Quiero desearte un Feliz Año Nuevo! Y decirte, que cuando expandas tu corazón permite que ese amor que hay dentro de ti, se desborde y lleguen a las personas que realmente lo necesitan. Para que esas energías lleguen hasta el otro lado del mundo, pues el alma no tiene tiempo ni espacio, y tu amor y compasión pueden vencer todas las barreras físicas.
Lola, te dejo un abrazo con todo mi cariño.

Bertha dijo...

A veces, la realidad supera a la ficción, eso es así mi estimada Lola; la memoria es selecta, siempre saca lo que más nos ha marcado y sobre todo en la niñez que eso es como una marca a fuego nunca se puede borrar.

En estas fechas siempre se suele recordar a los ausentes y más en este caso cuando has recibido tanto afecto.

Vengo a dejarte mis mejores deseos para este nuevo año que ya esta en puertas.

¡FELIZ AÑO 2016!

Un beso amiga.

Amalia dijo...

Una triste historia que emociona.
Le rindes un merecido homenaje y es muy bonito por tu parte que conserves en tu corazón ese entrañable recuerdo.
Un beso.
Te deseo.un año 2916 lleno de felicidad.

José Ramón dijo...

Mis mejores deseos para el naciente del año 2016, Saludos

DEMOFILA dijo...

Te deseo que estés lleno de gozo y felicidad en este Nuevo Año que comienza, que seas capaz de cumplir todos tus propósitos, que se cumplan todos tus deseos, los grandes y los pequeños y que sea un año pleno y hermoso para ti y para los tuyos, que todos unidos lo viváis con alegría en el alma y en el corazón. Con todo mi cariño Demófila

Recomenzar dijo...

un relato conmovedor
unas palabras maravillosas una entada diferente
brindo por vos y tu blog

Cilos10 dijo...

Qué tristes historias, verdad? y había tantas! Pobre mujer Juliana, quedó marcada para luchar siempre.
Y una persona enamorada con tantos niños pequeños...¿Cómo pudo salir adelante? ¡Qué duro!

Cilos10 dijo...

Muchos besos . Espero que hayas pasado unos felices días. aunque te acuerdes de los tuyos.


AMALIA dijo...

Espero vaya todo bien.

Un beso y muy feliz año 2016.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

venturoso y propero año con afecto jr.

Lola dijo...

He estado unos días alejada de todos vosotros, pasare a visitaros a cada uno. Muchas gracias a todos por vuestra amistad. Un abrazo.