Ahora pienso, que es lo que paso aquella noche, en la que entraste en mí como un ocupa, que se dedico a vivir de mí nueve meses sin tener constancia los primeros de ellos, y que ya jamás te irías de mí.
Y después de esos meses ya empezaste a darme ruido, llegaste con prisas, dejando mis entrañas vacías y mi corazón lleno, ya nada importaba de mí, porque desde entonces no fui libre para nada, mis días y mis años te pertenecieron.
La primera vez que vi tus ojos me enamore, y solo vi por ellos, deje mi vida a un lado como los osos, invernando, y así seguí alimentándote de mi pecho, aseándote, cambiando tu ropa, calentando tu habitación, o dejándola casi a oscuras para que el sol no pasara y te calentase demasiado, ya sabes, cosas de madres.
Pase contigo el sarampión, la operación de amígdalas, mas tarde la varicela, que fue terrible, sufrí con cada constipado, con cada fiebre, con la responsabilidad del cuerpo y del alma porque yo no sabía cuidar de un niño.
Aprendí despacio y mal, mas de una vez pensaba que lo que estaba pasando era culpa mia, y tú eras un niño como todos, caprichoso a veces, aunque siempre tranquilo y bueno, yo tonta y sin experiencia, y casi siempre asustada.
Termine siendo feliz al ver como crecías hermoso y guapo, siempre fuiste mi tesoro, aunque no siempre lo vi así, porque deje de tener vida y más de una vez no sabía lo que hacer contigo.
Después los años de colegio, estudiabas cuando querías o lo que te gustaba, siempre hice tus dibujos del cole, de tus tareas, y siempre orgullosa de tus notas por que en el fondo me las ponían a mí, yo jamás tuve buenas notas en casi nada, quería que hubieses estudiado, pero no quisiste, y pronto te pusiste a trabajar, y tu contento, yo menos...
Salías de casa como un pincel, limpio con tu trajes y tus camisas planchadas, tus zapatos limpios, y volví a pensar la suerte que había tenido al tenerte, pero dejarte volar no era tan bonito como yo pensaba que seria.
Llegaron tus amigos que también fueron los míos, tus primeras novias, a mi ninguna me parecía lo suficiente buenas para ti, ya sabes cosas de madres... después llego la que jamás debió llegar. Unos años de felicidad, después el caos para todos, la separación para ti, la muerte diaria para mí al mirarme en tus ojos donde el color de ellos se volvió negro como la noche.
Todo pasa, y de aquella época queda un niño maravilloso, que apenas puedo ver, y que me hace soñar y llorar con el más de una noche.
Así nacen los hijos, viven, y cuando todo parece lo mejor para todos... se van, dicen que ley de vida, yo no entiendo de leyes, pero mi corazón está tardando en sanar, y solo mejora cuando le veo sonreír a mi lado.
12 comentarios:
El amor no comprende las leyes de vida, pero aunque no lo tengas entre tus faldas bien que lo tienes en tu corazón y él te lleva en el suyo.
Muy guapos los dos, besos.
Lola, una entrada muy emotiva. El embarazo es misterio y es esperanza, porque supone amar a alguien del que aún no conocemos el rostro. Es imaginar su risa y el color de su cabello mientras lo acariciamos a través de la piel de nuestro vientre, transmitiéndole ya nuestro sincero afecto. La verdad que todos los padres, deseamos lo mejor para nuestro hijos, que transiten caminos hermosos, que siempre estén protegidos, seguros en la vida. Pero no debemos olvidar, que nuestros hijos, deben más bien buscar su propio rumbo, enfrentar sus temores, sus debilidades y sus deseos, y aprender a manejar sus emociones y esto solo es posible cuando los dejamos fluir.
Hermosa entrada! Un grande abrazo.
Lola querida...lo último que he visto eres tú y tu pareja...jajaja...o tú eres muy pequeña o él es un tiarrón..
Lo primero que vi y fui leyendo, tú y tu precioso bebé...además me emocionaba al leer los primeros días y meses de la niña, eso lo pasé yo también y es lo más maravilloso de ser madre...hoy mis dos hijos y yo viuda me adoran y como siempre me di a respetar ellos lo siguen haciendo ...son dos buenos hijos...
Gracias bonita por tu cariñoso comentario....
besos y abrazos y me alegra mucho verte.
Muchas gracias a las tres por tan cariñosas letras.
A Marina le digo que soy de estatura normal para mi época, 1,60, pero mi hijo es grande y hermoso como su padre, mi hijo pequeño también es así grandote y guapo, me encanta que hayan salido a su padre.
Un beso enorme a las tres.
Hermosa entrada, Lola, cómo bien has dicho, cosas de madres...
Te entiendo a la perfección.
Besos, buen finde
Que bonito Lola, me has emocionado. Besos.
Muy emocionante tu escrito.
Hermoso lo que dices y unas imágenes muy lindas.
Un abrazo grande.
Espero salga bien mi comentario. A veces, sale como anónimo.
Lola como me has hecho recordar esa primera etapa de la vida de los hijos... Precioso. Muchas gracias, un saludo cariñoso.
He conocido varias experiencias de madres que han sufrido mucho por sus hijos, haciendo suyos sus problemas. Por tu experiencia aprendo cuánto se sufre y cuánto se les puedo querer.
Enhorabuena por ser tan madraza.
Un abrazo grande :)
Las lagrimas me caen por las mejillas, no te digo más!Tus sentimientos se reflejan de forma preciosa. Muchos besos amiga
Muchas gracias por seguirme. Un abrazo.
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