sábado, 30 de abril de 2011

HELENA Y EL SOL



HELENA Y EL SOL


Ella, nació en el país de las sombras, y espero varios años para ver llegar a sus padres adoptivos, que la abrazasen y la quisieran, su madre biológica debió de abandonarla por causas que no llego a comprender, pero yo no estudie leyes, por lo tanto no juzgo, pudieron ser tantas cosas que, no quiero entretenerme más tiempo en pensarlo.


Permanecía sentada en su habitación oscura, sin poderse levantar de su sillita de bebe, con el frió en el alma del abandono, y deseando una caricia que nadie le había hecho jamás, y que ella sin saberlo tiernamente esperaba.

Su madre adoptiva, mi amiga, lloraba por los rincones a la espera de una llamada que no se producía, y después de casi tres años la mataba de impaciencia, sin poder comprender como el tema se alargaba tanto, y como su hija no llegaba al país de la luz , los besos y los abrazos.


Recuerdo como en la playa miraba a las niñas, sus ojos se posaban en todas, y en cada una de ellas buscaba la mirada de su pequeña “Denis” y se preguntaba si tendría calor, si habría comido, o y simplemente si lloraba en las noches ante su tardanza.


La niña no echaba de menos lo que allí no tenia, sus días trascurrían en una habitación con una bombilla de 20w, con cristales rotos, que habían sido remplazados por cartones, por que no había otra cosa , y ella, veía la luz una vez al mes , cuando en una furgoneta con mas niños la llevaba al medico para una revisión periódica, ya que los niños ya adoptados tenían que ser entregados mas o menos sanos… para ello ya habían cobrado en el país de adopción, y por la agencia.


Mi amiga me contó que, después de “mil horas” de viaje no pudieron ir al hotel a lavarse y descansar unas horas, una señora los esperaba en el aeropuerto con muchas prisas para ir a recoger a la niña, seria el último grupo de niños que saliera de Rumania para ser adoptados en España.


Ella, la niña debió de pasar necesidades de todas clases, pasó días de diarrea, por que se comía todo lo que pillaba, y a mi amiga le comentaron que todo eso era normal, esos niños jamás tenían suficiente comida, y comían por si mañana no había.


Cuando la niña vio las luces de las ciudad se volvió loca, sus grandes ojos azules se abrían para mirar que era aquello tan bonito parecido a las estrellas, que ella jamás había visto, y sus ojos no paraban de mirar, y no podían cerrarse, solo quería ver las bombillas de 100w que lo iluminaban todo, y dejaban atrás las sombras de su oscura habitación, donde había vivido varios años, esperando a sus papas que tanto la deseaban.


Y no paraba de encender y apagar las luces en el hotel, y de abrir y cerrar los grifos, que dejaban correr agua caliente y abundante, y sobre todo recogió con entusiasmo todos los besos y abrazos que sus padres le daban, aprendiendo pronto esas muestras de cariño por que ha ella jamás la había abrazado nadie, por que nadie la había querido jamás.


Cuando me despedí de mi amiga al terminar agosto la dije " vendrá en octubre ya lo veras", y me equivoque, por que el día 11 de Septiembre, allí en el aeropuerto de Londres, vía Rumania se entero del atentado de las torres gemelas, y allí tuvo que pasar el ultimo mal rato antes de llegar a España, por si la niña llevaba explosivos en algún sitio… y mi amiga volví a llorar pero, ya por ultima vez.


Ahora a pasado el tiempo, mi amiga es feliz con su hija, y la niña se come a besos a sus papas continuamente, su cabeza ya no va de un lado a otro como diciendo que no a todo, como al principio, siendo rescatada de una situación angustiosa por la generosidad de unos padres, que querían entregar todo su amor a una personilla tan maravillosa con ella, a Helena, con H.

4 comentarios:

Toni Barnils dijo...

Cuantas historias llanas de tanto amor deben de estar en suilencio, en hogares que ahora son completos. Esta es maravillosa.

Besos

Lola dijo...

Si pudieses verla amigo Toni…
Es una niña preciosa, de ojos azules y pelo rubio, su piel blanca se vuelve tostada de abrazar el sol cerca del mar, ese mar que cada día vuelve sus ojos mas azules, pero su mirada sin saberlo recuerda otra vida vivida sin el, en una habitación oscura, y sin unos brazos que jamás la abrazaron hasta llegar a España. Un saludo.

julia rubiera dijo...

bellisima y emotiva historia nos regalas princesa, ojala que algún día todos los niños del mundo puedan disfrutar de todo el cariño y la protección del mundo, un besin muy muy grande de esta asturiana.

Lola dijo...

OZNA-OZNA se que el tema de los niños es sangrante, con los adoptados mas.
Pasan un montón de tiempo esperando que alguien los quiera, y los padres esperan desesperados a quien querer, es duro para todos pero, al final todo merece la pena, y todo son felices (digo yo…)
Muchas gracias por comentar mi post. Un beso.