MIS ÚLTIMOS PENSAMIENTOS...

MIS ÚLTIMOS PENSAMIENTOS...

Tu hermana mía, que me entiendes como yo misma lo hago, quiero que me hagas el ultimo favor, y se que te costara, por que este tendrás que hacerlo cuando yo ya no este…

Dile a mi marido que jamás lo ame tanto como en los últimos años, cuando el dormía, y mi pie buscaba el suyo, y fue más de una vez mi único sueño, que me enamore cada día al verle, esperaba el regreso, y cuando oía las llaves en la cerradura de casa, mi corazón después de un día encogido por su ausencia, se desparramaba en mi pecho al sentirlo mío.

Que hubo malos ratos en nuestra vida que ya he olvidado, que hubo buenos días que no he olvidado aun, y que tuve una vida maravillosa a su lado , aunque mas de una vez no supe entenderle por que me aturdían sus gritos, y mis lagrimas borraban el ultimo “te amo” de mi garganta.

Dile a mis hijos, que me sentí perdida mas de una madrugada, cuando ellos aun vivían en casa y no habían llegado en los fines de semana.

Mis hijos (incluidas sus mujeres) diles lo mucho que los he amado, que mi corazón fue feliz el día que ellos se enamoraron de ellas, y desde entonces han sido parte de mi, aunque mas de una vez no me sentí querida, y que mis ojos lloraron muchas veces ante su indiferencia, "ella" ya sabe de quien hablo.

Dile a Andrea que, me devolvió la vida cuando creí que iba a morir pronto, y que me la quito más de una vez por un exceso de cuidado, por si se caía, si no comía, o si lloraba en la cuna.

Dile que fue mi luz en mis días oscuros, y calor en el otoño de mi vida, que me quede triste cuando se marcho de mi lado, y para mi fue como si me hubiesen robado a mi hija, y solo es mi nieta.

Y tu querida mía, habla con nuestros hermanos, diles que siempre he sido feliz siendo vosotros felices, que llore por vuestros hijos como por los míos, que fui una pesada, cuando estando tan lejos les escribía un montón de veces para que no se sintieran solos, lastima que por entonces no existía Internet, pero fue bonito contarles mis cosas, y sentirme mas querida que nadie.

Di a los que me han conocido que, tuve mucha suerte al encontrarlos, que mis amigos lo han sido siempre y después de muchos años, que jamás me enfade con nadie, y solo dejaron de quererme los que no lo habían echo nunca.

Y diles todo lo que ahora escribo, que siempre estarán conmigo, que  recordándoles tendré menos frío, y diles que estaré bien al lado de mi madre, y quien sabe si también de mi padre, que ya me querrá siempre, recompensándome por todo el tiempo que me abandono, pero eso … ya también lo olvide.