LA PAZ
Hace unos años empecé a ir a misa por que necesitaba ir a la iglesia, y fui durante un año cada domingo.
Llegaba temprano, quería ver que el sitio donde me senté la primera vez y que me hizo
sentirme en casa, estaba libre, y allí me
sentaba, por que la primera vez…
A mi lado se sentó una pareja muy mayor, (después me entere
de que eran hermanos) el sentado a mi lado, al darme la paz hizo que mi oración me ayudase con mi pena del momento, y fue tan reconfortante que, había veces que
me cambiaba ha un de lugar más cercano si el se sentaba en otro banco, era tan plácido coger su mano…
Era una mano de muchas vidas, de miles de problemas vividos,
su rostro era triste, y su mirada perdida como mirando mas allá del altar, y se
fundía su mirada como las hermosas velas que me hacían buscarle cada domingo.
Un día se sentó tres bancos más atrás y no pude estar a su
lado, y cuando tuve que dar la paz me levante y fui hasta su asiento, le di la
paz con el corazón saltando de alegría, y sentí una armonía que ya jamás he
sentido en esos momentos.
Al domingo siguiente no le vi, ni al otro, y recordé la emoción
que había sentido dos domingos antes, y sé que ya no le vería… ese mismo
domingo me dio su paz eterna, su mirada llena de luz, y su media sonrisa que yo
jamás había visto.
El no volvió, yo… tampoco.
9 comentarios:
Me dejas con el corazón en un puño Lola.
¿Quien sabe si él iba a misa porque tu eras su misión de reparto de paz.
Sentir lo que sentiste es algo que muchos buscamos a diario amiga, eres afortunada por haberle conocido, y nosotros por conocerte.
Besos.
Tu gesto te llenó como debió de llenar a esta alma con la unión de tu mano.
Un abrazo.
Muy emocionante tu escrito.
Lleno de sensibilidad
Un beso grande..
¡Precioso! tanto si es o no cierto.
Besos
Hola Lola, que bonito y emocionante lo que nos dejas, quien sabe si era EL y que te buscaba a ti en vez de ser al contrario, para mi cumplió su misión y por eso no volvió, pero si tu no volviste como sabes que el tampoco lo hizo?, quizás te este esperando a que le des de nuevo la mano, que suerte tuviste amiga:)
Besos.
Para Piruja:
Veras amiga, yo jamás miento, yo volví varias veces, el no regreso. Y como yo quería volver a verle (egoístamente) porque me sentía muy bien, pregunte a una amiga de misa diaria, ella los conocía a los dos, vivían en su portal, fue ella la que me dijo que eran hermanos, ella fue la que me dijo que, él había muerto justo la primera semana que le eche de menos…
Ya ves amiga mía, yo sentí el vacio de aquellas mañanas de misa y devoción, también de ausencia después. Gracias amiga por tu comentario siempre agradecido por mi parte. Un beso.
Ha sido preciosa tu entrada.
Creo que alguien te está esperando para que le des la paz, esa que llevas en tus manos y hará temblar a todo el que se siente a tu lado.
Adelante amiga y un abrazo Grande.
Lola, qué bonito. Es tan bonito encontrase con personas así. Ese hombre llevaba la paz dentro suyo.
Me encantó.
Muchos besos :)
Gracias por vuestros comentarios. Un abrazo.
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