viernes, 27 de noviembre de 2015

EL AUTOBÚS DE LAS ALMAS




EL AUTOBÚS DE LAS ALMAS


Cuando comencé andar esta mañana, a eso de las nueve, salí por la puerta del garaje para no tener que saludar a nadie (estoy un poco antipática) y el asfalto me puede, pero así continúe mi andar de cada día, sola y a paso ligero.


Al rato de caminar me fije en una de las paradas de autobús cercanas a casa, había una larga fila, me quede mirando porque dos pasos antes había encontrado un bono bus, mire haber si alguien miraba al suelo, o dentro de su bolso con prisas, pero no vi a nadie.


Mientras, yo quieta en la parada me di cuenta que una mujer me saludaba con la mano, la mire fijamente y la reconocí, era mi amiga Chelis, me alegre de verla porque últimamente residía en Galicia, le dije con gestos que subía con ella, pero con la cabeza me dijo que no... Seguí mirando y reconocí un poco más atrás a dos vecinas, y me extraño, ellas no deberían ir en ese autobús, sus maridos las llevaban en coche a todas partes pero bueno, hay veces que las cosas suceden de otra manera. 


Y ya más atrás, y cuando el autobús se puso en marcha muy despacio mi corazón salto de alegría, allí estaba mi madre con una hermosa sonrisa, saludándome con la mano, y yo fui hasta la puerta del autobús para que la abriera, pero el conductor no me hizo caso, volví la cara hacia mi madre, le dije que en la próxima parada me espera, ella con la cabeza me dijo que no, y yo empecé a llorar por no poder abrazarla, por perderme uno de sus cálidos abrazos, por sentir su ausencia más que nunca y...


Cuando fui capaz de asimilar y abrir los ojos me encontraba sentada en un banco de un parque que no reconocí, mi corazón latía muy despacio, mis pies estaban helados, mis manos más frías que aun apretaban un cartoncito, lo leí, en el aparecía mi nombre, con las letras poco marcadas, era el bono bus que había encontrado, con la fecha de mi nacimiento, y un último viaje por hacer, pero se ve que hoy no era el día que tenía que usarlo... Por eso mi madre me dijo que no con la cabeza, su hermoso y brillante pelo blanco, me recordó que ella ya había muerto hace 17 años, y al igual que mi amiga y las vecinas que me saludaron, todas habían tomado por última vez... El Autobús de las Almas.


14 comentarios:

Elba dijo...

Lola...que suerte ver pasar a nuestra Chelis....la extraño muchísimo...y no puedo evitar llorar cuando pienso en élla o algo me la recuerda....Que hermoso lo contaste....Si vos no estuvieras en España y yo no estuviera en Argentina...estaría corriendo hasta tu casa y te daría un gran abrazo...Gracias ...

manolo dijo...

Que relato mas Bonito.
Me ha gustado y mucho.

manolo
.

Ambar dijo...

Me ha impresionado tu relato. Hermoso y triste a un tiempo.
Besos Lola

CRISTINA dijo...

Lola, vaya experiencia más extraordinaria o sueño. No se que decir me has dejado pensativa, y me has emocionado.
Cuídate, un grande abrazo.

Mari-Pi-R dijo...

Muchas veces nos gustaría coger el camino de las almas para poder reunirnos con nuestros seres queridos, pero todavía es pronto y más el tuyo, vive bien lo presente recordando todo el amor que tu madre te dio en su día.
Besos

Piruja dijo...

Hola Lola, escalofriante el relato que nos dejas, pero a la vez bonito ya que por un momento pudiste ver a tu madre, a mi me gustaría al menos tener ese momento y despedirme de ella con esa sonrisa:), veo que te ha gustado la rosa de Orthos.

Besos.

Verónica O.M. dijo...

¿Real? ¿ficción? de todas formas me ha impresionado.
Besos, buen finde, Lola

Kasioles dijo...

Me has puesto la piel de gallina mientras te leía.
Por el tiempo que hace que me conoces, sabes que todo lo que se refiere a las madres, me llega al alma, y tu relato de hoy....
Si alguna vez he soñado con ella,siempre se me escapa rápido, o no puedo ver con nitidez su cara, es algo tan fugaz que, por más que lo desee, no puedo retenerla.
Todos, desde que nacemos, tenemos un tren o un autobús que nos llevará, ahora ya sólo nos queda esperar hasta saber cuál es y cuando llega.
Hoy quiero dejarte un abrazo muy especial.
Kasioles

AMALIA dijo...

Me ha impactado tu historia.

Y me ha llegado al corazón pues me ha emocionado mucho.

Todos los días pienso en mi madre. Cómo me gustaría abrazarla otra vez!!

Muchos besos.

chusa dijo...

Qué bonito tu relato, me has intrigado hasta la ùltima letra. Escribes estupendamente, transmitiendo emociones hondas. Enhorabuena, Lola, te dejo mi abrazo càlido y el deseo de una buena semana que ya entra en diciembre

Flor dijo...

Hola Guapa , un relato muy impactante sólo de pensarlo se me pone la piel de gallina , me alegra que después de tantos años vienes a tú madre , es una entrada bonita.
Te deseo una feliz semana besos de flor .

Maite Sánchez-volarela dijo...

Que relato (o vivencia) más preciosa, me dejaste embobada. No dejes de fascinarnos con estas historias tuyas. Estremecen.

¡Besitos!

Lola dijo...

Un abrazo fuerte para todos.

Cilos10 dijo...

Oh! Lola! qué sensación de pena, con asombro, con deshasosiego. Todos se fueron pero están cerca , nos saludan y no nos dejan sólas. Es algo confortante.
¿En el asfalto? y tu preciosa playa, se quedó sóla?La Navidad es lo que tiene, nos quiere a todos cerca de casa. Muchos besos Cuando salga a ndar te recordaré.